martes, 4 de enero de 2011

         Hoy toca tarde de recados otra vez. Tarde lluviosa. ¡Qué pereza! Entre ellos está prevista una visita al "Ofeitoamán", feria de artesanía que se lleva haciendo aquí desde hace veinticuatro años. Y hoy, recordando como supe de la existencia de dicha feria (una chica me habló de ella en una noche de tren rumbo a casa), recordé otra cosa que con el paso del tiempo había ido dejando escondida en un rinconcillo de la cabeza, aunque no olvidada.
        Hace ahora 20 años, yo estaba trabajando en Toledo. Era el fin de año del 1990-91 y vine a casa el fin de semana previo a nochevieja. Siempre viajaba en bus, porque era más económico que el tren. A veces hacía arreglos en el trabajo. Iba un día de tarde para que el viernes me dejasen libre, poder coger el bus a Madrid, y de allí, el del mediodía a casa. Pero ese fin de semana, ya no se por qué motivo, no fue así. O estaba el autobús lleno, o me daba reparo volverle a pedir al jefe para salir, o, o, o... o que se yo. El caso es que en ese fin de semana pillé ida y vuelta en tren. Era el de la noche, creo que salía sobre las 10 y pico, pero yo llevaba todo el día fuera de casa y completamente ignorante sobre las noticias del día. Cuando subí al compartimento, me junté con otras 3 chicas, y empezaron a hablar de un suceso que habían visto en el telediario antes de salir hacia la estación. Al parecer el autobús de Enatcar que hacía la ruta Madrid-Vigo, y que salía a la 1,30, se había accidentado en el nudo de Puerta de Hierro. Decían que todo pintaba muy mal. Llegamos a Vigo con retraso (¿Cómo no?). Las noticias horribles. Murieron 12 personas en el accidente, me parece que casi todos de Orense.
        ¿Por qué no fuí en ese bus? pues no lo se, a lo mejor porque no era el día. El caso es que yo, que siempre iba delante, en primera fila para ver el paisaje, y para librarme de los malos humos (en aquellos viejos tiempos aún se podía fumar durante los viajes y eso para mi era una tortura)... ni me lo quiero imaginar. Cada vez que lo recuerdo, se me hace un nudo en la garganta, necesito coger aire, sosegarme y seguir.
       Y el viaje de vuelta... inolvidable por lo duro que fue. No soy capaz de olvidar la cantidad de entierros que vi, según íbamos pasando pueblines de Orense. Y cada vez que vuelvo a pasar por esa curva, saliendo de Madrid, sigo recordando la imagen de ese autocar, volcado, sin techo, con todas las maletas desperdigadas y con toda aquella pobre gente.

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1990/12/29/040.html

2 comentarios:

  1. Hola.Creo que fuimos juntos en ese tren.Yo,por aquellas fechas, estaba haciendo la mili en Madrid y me iba de permiso a pasar el fin de año en casa.La nochebuena la había pasado de guardia.Tenía dos opciones.O salir por Madrid con los compañeros de instrucción que estábamos repartidos en dos cuarteles,y hacía tiempo que no nos veíamos,o volver a Vigo en el tren para estar con mi novia (ahora mi mujer)el maximo tiempo posible,porque el permiso era muy corto.
    Al final,cogí el tren.Así que probablemente le deba la vida.
    Murieron cuatro compañeros y el resto de ellos quedaron muy fastidiados,porque iban todos juntos en el lado donde el bus llevó el peor golpe.
    No se si habré tenido mucha o poca suerte en mi vida,pero aquel dia me tocó la primitiva.A mi y al pesado del compañero que se vino conmigo en el tren,"refunfuñando todo el viaje porque no había podido salir de marcha por acompañarme"????.Jamas sabré porque se vino conmigo si prefería coger aquel autobus...¿Tal vez un angel le susurró algo al oido?
    Yo tambien he pensado en ello muchas veces y hoy,no se por que, se me ocurrió buscar un poco de información sobre aquello y encontré tu blog.
    Interesante...
    Pues eso.Un saludo...y larga vida al tren.

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  2. Unos recortes de prensa de la época...
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