Hoy
es una de las noches más mágicas del año, que los pueblos Celtas celebraban
con multitud de tradiciones y rituales. Los Druídas centraban las ceremonias y
ritos en torno a Dana, la Diosa Celta del Sol, y dónde todo gira alrededor del
fuego, agua, tierra, hierbas, flores, velas...
Las hogueras o cacharelas,
El
fuego es el elemento purificador por excelencia, y el que nos puede ayudar a
quemar y desprendernos de todo lo que queremos dejar atrás en nuestra vida. Haremos
una lista en un papel con todo lo que a nivel físico, emocional o mental,
consideramos que ya no tiene espacio en nuestra vida, porque ya ha cumplido su
papel, ya hemos aprendido y nos ha fortalecido pero que queremos eliminar y lo
arrojamos al fuego.
También
es habitual, escribir una nota con aquello que se desea. A las 12 de la noche
quemamos ese papel en la hoguera, o en su defecto, con una vela. Lo
verdaderamente importante es el fuego.
Y
sobre todo, saltar la cacharela, se dice que 9 veces.
Las hierbas de San Juan,
Dice
la tradición, que debemos dejar agua junto a hierbas y flores a la intemperie
de la noche de San Juan, para usarla a la mañana siguiente.
Las
principales hierbas son: Albahaca, Romero, Verbena, Mejorana, Salvia, Tomillo y
Espliego.
Las
principales flores son: Rosas, Margaritas, Orquídeas, Claveles, Geranios,
Hortensias y Jazmines.
Elegir
como mínimo dos y dos.
Una
vez recogidas habrá que preparar el agua.
En
primer lugar, hay que recoger agua de siete fuentes diferentes, meter todas
estas plantas en el agua y dejarlas reposar toda la noche a la intemperie.
Cuando nos levantemos la mañana de San Juan, lo primero que hay que hacer es
lavarse la cara con esa agua, con la que conseguiremos prevenir enfermedades
cutáneas y rejuvenecer la piel.
Una
buena queimada,
La
bebida más tradicional de la noche de San Juan, debe llevar aguardiente, frutas
y mucho azúcar, y debe ser realizada en una buena marmita y sin olvidarnos del “Conxuro”,
para mandar “as Meigas fora”.
Para
cumplir los deseos,
Poner
nuestro deseo bajo la almohada con una rama de hiedra común, y encender una
vela, dejarla consumir toda la noche. Por la mañana, lo primero que habrá que
hacer al levantarse, será quemar en lo que quede de vela, el papel y enterrar
la cera que quede junto con la hiedra.
Os deseo a todos, muy feliz Noche de San Juan.